NOSOTROS
Emancipación lucha por una sociedad organizada para la satisfacción de las necesidades humanas universales
sin mercancía ni escasez
sin trabajo asalariado
sin explotación
sin discriminación
sin fronteras
sin guerras ni ejércitos
sin estado ni represión
@EMANCIPACION_ES
FUNDAMENTOS
CAPITALISMO
El capitalismo es el primer modo de producción que se extiende en un único metabolismo por todo el planeta. Está basado en la explotación de una clase trabajadora -el proletariado- por una clase poseedora, la burguesía. Esa explotación tiene un carácter colectivo: no es la «suma» de la explotación empresa a empresa, sector a sector e incluso país a país, sino que es un sistema complejo y universalmente extendido, que encubre en todas sus manifestaciones que el capital no es más que trabajo no remunerado que se extrae del conjunto de los trabajadores en cada ciclo de producción.
CLASE UNIVERSAL
El proletariado es la primera clase universal. En primer lugar porque, producto de un sistema que ocupa ya todo el planeta, está extendida universalmente y definida por una misma y única relación de explotación: el trabajo asalariado. Es esa explotación la que le da intereses iguales en todo el mundo. En segundo lugar, es clase universal porque cuando lucha como clase no reclama ningún tipo de privilegio particular que prepare una nueva forma de explotación, sino que reclama necesidades universales, humanas y genéricas.
COMUNISMO
Por eso la lucha de clases del proletariado anticipa una sociedad, el comunismo, en el que la producción se convierte en una actividad consciente y colectiva orientada no por el capital y su lógica de acumulación sino por la satisfacción de esas mismas necesidades humanas. Una sociedad sin estado ni escasez, sin guerras ni fronteras. La perspectiva comunista está presente en cada una de las expresiones de lucha de los trabajadores como clase, se desarrollen o no. Por eso es la clase revolucionaria del modo de producción capitalista al margen de las subidas y bajadas de su consciencia de clase.
FRONTERAS DE CLASE
INTERNACIONALISMO
Solidaridad del proletariado mundial como unidad frente al capitalismo internacional. Solidaridad tanto en las ideas como en los hechos, dirigida contra la nación y el patriotismo en primer término, países coloniales incluidos. No puede existir interés superior al del proletariado mundial, ni siquiera el de un país donde la revolución hubiese triunfado. Los internacionalistas combaten con igual saña a los dos bandos contendientes en las guerras imperialistas locales tanto como en las guerras de carácter mundial, y señalan como traficantes de carne humana a los respectivos parciales y propagandistas. Proponen y se esfuerzan en organizar la acción de los explotados, en el frente y en la retaguardia, contra sus respectivos gobiernos y mandos militares. Toda defensa nacional -incluso en su grado de resistencia – encubre la explotación y la opresión. El enemigo inmediato está, para cada proletariado, en su propio país; hostilizarlo al máximo es condición para desencadenar la lucha del proletariado en otros países y emprender, unidos, la destrucción del capitalismo en todo el mundo.
CENTRALISMO
El centralismo es la expresión organizativa de la idea de unidad de la clase del proletariado como sujeto político universal. En la clase trabajadora, «centralismo» no significa la adhesión a un principio formal, la defensa de una cierta tipología de estructuras de mando. Y desde luego, no significa concentrar el poder en una única persona o grupo, sino por el contrario, extender el ámbito de cualquier organización de lucha de la clase a todos sus miembros, reflejando el carácter universal que late bajo cada expresión de clase y anteponiéndolo a cualquier particularismo, a cualquier sentimiento o prejuicio, privilegio imaginario u opresión real. Dicho de otra manera: a la hora de reivindicar, organizarnos y luchar no aceptamos divisiones por nacionalidad, sexo, edad, tipo de contrato o cualquier otra cosa; cualquier convocatoria, asamblea o militancia limitada a un sexo, a una nacionalidad, a un tipo de contrato, a los trabajadores de una única lengua materna o cualquier otra división reniega por el hecho de hacerlo, de su carácter de clase.